En este sentido, se aprovechó la existencia de una propiedad municipal anexa al centro de interpretación: un edificio situado en la calle San Francisco que estaba en estado ruinoso. Dicha finca se demolió, respetándose las fachadas y muros, y se unió a través de un pasadizo acristalado a la antigua ermita.
El principal resultado de esta operación fue la creación de una nueva sala de exposiciones de 75,50 metros cuadrados. El inmueble incorporado tuvo que subir su cota para igualarse a la altura del edificio que contiene el centro de interpretación.
La construcción de esta nueva dependencia se financió con cargo al programa Cádiz Origen de las Culturas que promueve el IEDT, en el que convergen los fondos europeos Feder, que sustentan el 80 por ciento del coste, y recursos propios de la Diputación Provincial de Cádiz. El presupuesto para la ejecución de las obras superó los 114.000 euros.
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